Pablo y un dia de gloria en Londres


por Pedro Perez Sarduy

         El anuncio del debut de Pablo Milanés, la noche del 4 de junio de 1999 estuvo a cargo de Andy Woood uno de los directores de ¡CÓMO NO!, la promotora que junto al Barbican Centre, fueron tuvieron a su cuenta el magno evento de ¡CUBA PRESENTE!

Sus palabras fueron elocuentemente sencillas pero de un impacto magistral: Hay veces --repito de memoria-- que ciertos países producen artistas que llegana erigirse en genuinos representantes de sus culturas. Al igual que tuvimos a John Lennon, en Inglaterra; Bob Marley, en Jamaica, ahora tenemos junto a nosotros a Pablo Milanés.

Suave en el paso, vestido todo de negro, Pablo Milanés fue recibido de pie con una estruendosa ovación que duró tres minutos. Allí comenzó su primera sorpresa.

Procedente de La Habana el día anterior, Pablo se estrenaba en Londres, por primera vez antes de salir con su comitiva hacia Lisboa la madrugada siguiente. No había tiempo para el reposo y prometió "cantar juntos" una selección de sus más de treinta años de vida profesional. De inmediato comenzó con una lluvia ligera de sus nuevas canciones de amor y más amor, pero también desamores.

Cuando llegaron las más conocidas de sus canciones, el público lo acompañó para deleite y sorpresa del trovador santiaguero."De que callada manera", "La Vida no Vale nada", "Años", "El Breve espacio en que no estás" y "Yolanda", para mencionar solametne algunas, fueron a coro. Con "Yolanda", ocurrió lo que tenía que ocurrir. El público lo acompañó en estrofas y estribillos, y las lágrimas asomaron a muchos ojos.

Un breve intermedio para cervezas, rones, cigarrillos o habanos originales, y la temperatura comenzó a palpitar de nuevo en los corazones. Con cariño, Pablo presentó a sus excelentes músicos, algunos de ellos recientemente incorporados a su anterior pequeño grupo -flauta y saxofón tenor, bajo y percusión cubana. El acompañamiento es de excelente factura y el público gratificó a todos y cada uno de los instrumentistas.

El teatro estaba repleto, como en los conciertos anteriores de los artistas venidos directamente desde Cuba para el gran festival cultura ¡CUBA PRESENTE! --y enla audiencia habían italiano, suizos, españoles y nacionales de otras partes de Europa que habían decidido que no tenía sentido perderse cualquiera de aquellas magníficas sesiones de música y cultura cubanas.

Como la carga emocional fue demasiado en la primera parte program, Pablo decidió guarachar un rato con su público y le ofreció, "Amo esta Isla" que fue coreada y palmeada de principio a final.

Del público le pedían canciones. Imposible complacerlas todas ante la inminente llegada del adiós o de un "hasta luego... vuelve pronto"... y otra ovación de pie, durante varios minutos, mientras los artistas se perdían entre bambalinas... pero, fue tanta la insistencia, ya con las luces del inmenso teatro encendidas, que Pablo y su grupo regresa al escenario y dice que no podría terminar este concierto sin cantar una de sus canciones con la que rinde tributo a aquéllos que fueron torturados y asesinados [en Chile]... Hablando siempre en tono elíptico, con mucho tacto, Pablo dijo, entre otras cosas, que sin odios ni rencores, su canto iba dedicado a todos aquellos que sufrieron. El público se puso de pie, aplaudiendo y dándole vivas a Cuba...a Chile.

Los teclados y el violín comenzaron los acordes de "Yo pisaré las calles nuevamente"...y los pelos de mis brazos se erizaron...a mi alrededor escuché algunos sollozos discretos.

De nuevo el simbolismo se apoderaba de las circunstancias. Desde hacía 7 meses, el ex-dictador chileno, Augusto Pinochet, estaba detenido en Londres en espera de un proceso de extradición a España.

La calurosa despedida del escenario fue el corolario de una día de gloria para el cantor cubano Pablo Milanés.

Asediado por algunos periodistas que infructuosamente habían solicitado una entrevista con Pablo, yo tuve la suerte nuevamente de abrazarlo junto a otros amigos y conocidos del querido Pablo, y tener el privilegio de que me concediera unos minutos para conversar y aqui les traigo lo que hablamos.

Pregunta: Pablo, ¿qué has sentido esta noche después de esta increíble respuesta del público británico, latinoamericano, cubano de todas partes...?

Pablo: Yo lo dije con toda honestidad, he sentido una absoluta y grata sorpresa. No pensé que se fuera a producir este momento en Londres. Pensé que iba a entrar poco a poco, que me iban a conocer poco a poco. En definitiva, pienso que es un público conocedor, en su mayoría latinoamericano; hay también muchos británicos conocedores de nuestra cultura. Sin embargo, influyen las ciudades, y cuando uno es desconocido, indudablemente uno entra poco a poco en los lugares.

Pre: Parecería que necesitabas cantar porque todo el mundo cantaba tus canciones...

Pablo: Lo más sorprendente es que estas cosas cuando me suceden me ponen a pensar agradablemente. ¿Dónde estoy... en la Esquina de Tejas, por hablar de una arteria urbana de mi ciudad, La Habana... o estoy en Londres... dónde estoy? Cuando me suceden estas cosas, me parece que estoy en mi país.

Pre: Me decías antes del concierto, que te sentías nervioso...

Pablo: Sí, por supuesto, porque todo esto es una expectativa. Después de tanta experiencia en el mundo, tener la primera oportunidad de cantar en Londres, una ciudad cosmopolita en cuanto a cultura y en cuanto a integración de culturas. Por supuesto, tiene que ser una incógnita para mí... no sabía lo que iba a pasar.

Pre: La mayoría de las canciones que interpretaste esta noche, son canciones de amor y desamor, incluyendo tus últimas creaciones... ¿Qué te ha impulsado esta renovada y vieja experiencia en la composición de tus canciones?

Pablo: Mis canciones siempre han estado integradas por diversos temas. Estoy viviendo una etapa de mi vida conde predomina cierta reincidencia, de un re-encuentro con el amor. Esto es independientemente de que todas las temáticas las voy soslayando, las voy tocando y siempre me permito esa integridad de temáticas dentro de un disco que siempre ha conformado lo que puede ser la esencia de mi trabajo. Pero no hay duda de que en los últimos tiempos hay una reflexión sobre el amor y sobre las relaciones mucho más abarcadora desde el sentido humano, del sentido recordatorio, del sentido de la nostalgia... y esas cosas son las que me hacen cantar y hacer este tipo de canciones. Estoy en una etapa en mi vida que me permite por la experiencia, por los años que he vivido, tener esta etapa de reflexión que se refleja en las canciones.

Pre: Pablo, quisiera que me hablaras de la situación musical en Cuba. Recuerdo que en reiteradas ocasiones, incluso en dos anteriroes entrevistas que te hice para la BBC de Londres, en ocasión del festival de boleros, en Cuba... habías pronosticado hace muchos años que la música cubana toda, llegaría tarde o temprano a su merecido lugar. Tú siempre has insistido en cultivar y divulgar la cubanidad de nuestra música. Nunca antes como ahora este frenesí había sido tan universal, y tú has puesto también tu grano de azúcar, no de arena... como Formell, Chucho Valdés, y muchos otros como ustedes. En tu caso específico, ¿cómo te sientes al comprobar que esta pelea contra esos demonios que tú has librado, está teniendo su recompensa?

Pablo: Me siento tremendamente orgulloso de haber sido un anunciador de lo que está ocurriendo actualmente, de haber creído siempre en nuestra música. Yo nunca, y no tengo nada en contra de ese género, pero yo nunca dije "salsa", yo siempre dije "son". Y cuando defendí lo más puro de nuestra cultura, de esa expresión que nos sintetiza en nuestro país, siempre dije "son" en el mundo. Y cuando traté de expresarlo con hechos, hice tres discos de música cubana que se llamaron "Años", una serie de discos que trataron de hacer una recopilación de lo mejor de esa música tradicional que se había hecho en Cuba antes, muchísimo antes de que "nosotros" irrumpiéramos en el mundo musical cubano en los años de 1960-70. "El Albino" [Luis Peña], "Cotán", "Compay Segundo"...no sé sabe la cantidad de músicos que rescaté para esos discos. Además, incontables compositores del "filin" [estilo cancionístico de la década de 1960] rescaté para la serie de cinco discos que titulé precisamente "Filin" --veinte años antes de que sucediera todo lo que está ocurriendo, por lo cual me siento muy orgulloso.

Esto siempre estuvo en Cuba, lo que pasa es que merecía el reconocimiento y la promoción internacional que hoy se está llevando a cabo. También merecía, por supuesto, el apoyo del estado cubano que en algunas ocasiones, desgraciadamente, se había olvidado de esos géneros que siempre nos habían representado, mucho antes de la revolución [de 1959] y antes de que yo naciera y me convirtiera en un artista profesional.

Pre: Has mencionado la actividad promocional, pero tú no necesitas promoción, todo el mundo te conoce. La prueba ha sido esta noche. Tu mercado es el mundo...¿o hay alguna opinión diferente?

Pablo: Efectivamente, yo no tengo mercado millonario. Yo no tengo un mercado de all star, simplemente tengo este mercado de la confrontación personal con el público, y con eso me bato, de eso vivo y espero que el público internacional, que me escucha viva también de esas modestas emociones que le puedo producir con mi obra. En definitiva, esas son las confrontaciones que más me complacen.

Pre: ¿Qué es lo más representativo que puede hablar de tu última creación?

Pablo: Lo más representativo que puede hablar de la etapa que estoy viviendo es mi último disco que acaba de salir en México y España. Se titula, nada más significativo que eso: VENGO NACIENDO...y espero que se pueda adquirir en otras partes del mundo.

Luego de este diálogo, la Fundación Victor Jara, con sede en Santiago de Chile, pero con una sección en Londres, le había preparado una recepción privada en uno de los salones del Barbican Centre.

Diane Dixon, coordinadora de la Fundación en Londres, le dio la bienvenida y leyó un mensaje que le mando desde Santiago, Joan Jara, viuda del trovador asesinado a raíz del golpe de estado de 1973 que derrocó el gobierno de la Unidad Popular, presidido por Salvador Allende:

"Querido Pablo: En nombre de la Fundación Victor Jara queremos darte la bienvenida y desearte muchos éxitos en tu gira. Igualmente queremos saludar tu presencia y tu participación en esta reunión de la seccion londinese de la Fundación. Querido Pablo, tanto tú como Victor siempre han sido portavoces de las ideas y sentimientos de muchos pueblos latinoamericanos. Vuestras canciones reflejan realidades y aspiraciones, y sus voces son el eco de justicia, paz, emociones y solidaridad. Estamos muy contentos de que sea en esta ciudad de Londres, tan lejos y también tan cerca, que tenemos la oportunidad de compartir un rato contigo. No obstante, esto no nos quita los deseos de que te tengamos entre nosotros, muy pronto, y acogerte en la sede de nuestra Fundación, en Santiago de Chile. Un abrazo, Joan Jara"

Pablo agradeció aquel lindo mensaje de Joan Jara y la acogida de la Fundación Victor Jara, y luego continuó con estas palabras:

"No estoy aquí por casualidad. Cuando me pidieron que participara en este acto, acepté con muchísimo gusto, porque fui muy amigo de Víctor, y todo lo que se haga en función de recordar su persona, su imagen, su trabajo, su obra en general, por supuesto que siempre tendrá mi colaboración.

La última vez que lo vi fue precisamente en 1972 en Chile, en ocasión del Congreso de las Juventudes Comunistas, al que fue invitado un grupo de trovadores cubanos y Víctor Jara fue representante de la organización para atendernos durante nuestra visita. Esa fue la última vez que lo vi. Antes había estado en Chile en 1971 y en otras ocasiones. Todos los años nos veíamos en Cuba de manera muy privada, muy personal. Eramos amigos entrañables.

Debo decir que fue tremendamente doloroso, desgarrador cuando supe todas las barbaridades que le hicieron, todos los acontecimientos alrededor de la caída de Salvador Allende, de la muerte de Víctor. Repito que fue un amigo, entrañable".

Posteriormente y para deleite de los invitados, Pablo cantó tres canciones, la primera, "Si ella me Faltara", se la compuso a Sandra, su esposa. Pablo dijo que era una composición para cantar entre amigos y que usualmente lo hace con Sandra, en ocasiones íntimas, como ésta. Guitarra en mano, la invitó a que lo acompañara:

Si ella me faltara alguna vez
nadie me podría acompañar,
nadie ocuparía ese lugar
que descubro en cada amanecer...

Para finalizar, Pablo estrenó su última canción, "Los Días de Gloria":

Los días de gloria
se fueron volando
yo no me di cuenta
sólo la memoria
me iba sosteniendo
lo que un día fue.

Vivo con fantasmas
que alimentan sueños
y falsas promesas
que no me devuelven
los días de gloria
que tuve una vez.

Perdí mi yagruma y mi colibrí
perdí mi guitarra
se perdió en la bruma
donde pierdo el habla
y te pierdo a tí
....

Finalmente, llegó la despedida con besos y abrazos, que dejaron un bálsamo de amor, ternura y principios...

"¡Es un ángel...", me dijo Selma, una vieja amiga periodista chilena, visiblemente emocionada: "No, es Pablo, sencillamente, Pablo, nuestro querido Pablo", le respondí, sin intentar anular su divina exclamación.

 

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Last modified on 3/8/99